CAPÍTULO 3: Travesía del libro

CAPÍTULO 3: TRAVESÍA DEL LIBRO

Si en la temporada anterior nos fijamos en los procesos visuales y en el periodismo digital para tratar expresiones de periodismo involuntario, 2019 ha servido para explorar nuevos contextos culturales. 

La literatura tiene altas dosis de periodismo involuntario. Con esta premisa planteamos el capítulo 3 de El Rasgo: Travesía del libro. Siguiendo la línea que abrimos en el ciclo 2018, el 23 de octubre de 2019 contamos con dos figuras muy relacionadas -en este caso- con el entorno editorial, el escritor José Ovejero y la agente cultural y fundadora de La Tienda de las Palabras, Pita Sopena. Y junto a ellos y el público asistente encontramos argumentos de peso que confirman la premisa con la que partíamos en la nueva temporada. Primero a través de la entrevista realizada por Dani Seseña a ambos invitados, y segundo con la participación del público que propone Arantza Martínez en cada capítulo. Entre ambos apartados se formó un diálogo conectado que permitió llegar a ideas interesantes y conclusivas. 

Swinton Gallery es el singular espacio que elegimos una edición más para dar forma y fondo a este formato. Abrimos el evento con las preguntas de Dani Seseña a los invitados, una primera aproximación para detectar el periodismo involuntario en los procesos narrativos.

José Ovejero nos contaba que cuando está escribiendo “el mundo te habla, pero no eres consciente en muchos casos (…). Entonces tú lo recibes y lo transmites modificado, porque al contrario de lo que hace el periodismo, en ficción, en novela, tú no te dedicas a transmitir información pura y dura (…), porque la información que das en frío en una novela, muere en el momento en el que la recibe el lector. Muere desde un punto de vista narrativo, de la emoción, etc; lo dijo Walter Benjamin. Entonces, tienes que darla siempre disfrazada, atrayendo al lector a esa información sin que se dé cuenta”. Por su parte, Pita Sopena destacaba el diálogo sobre periodismo involuntario y libros como fuente de información en sí misma, porque si hubiera venido como público, apuntaba, estaría encontrando datos que no esperaba, por ejemplo, sobre la novela Insurrección, de José Ovejero. Pistas que, afirmaba, luego seguiría por su cuenta.  

Ser fuente de información sin ser consciente de ello; que los textos de una novela influyan, cuenten o informen por encima de su intención literaria; que un encuentro literario adquiera dimensión periodística por el valor de su información… Estas y otras ideas fuimos tratando a lo largo de esta primera fase de El Rasgo. 

En la segunda parte intervenía Arantza Martínez con su propuesta de participación, y preguntaba al público: ¿Cuánta responsabilidad sentís cuando tenéis un libro entre manos? ¿Qué hacéis luego con él? ¿Qué sentís con vuestra experiencia literaria? 

Entre las respuestas, por ejemplo, se habló de emoción, admiración… y responsabilidad a la hora de recomendar un libro; y de la información que acompaña a las recomendaciones compartidas en redes sociales. 

Además, entrevistados de ediciones anteriores como el periodista y escritor Rafa Ruiz (El Asombrario) también participaban. En su caso, ampliaba una pregunta a la también escritora y asistente a este tercer capítulo de El Rasgo, Edurne Portela. Haciendo referencia al feedback del público “cuando practicais periodismo voluntario y cuando practicais periodismo involuntario en la literatura, ¿pensáis que a veces influís más con los libros que con los artículos, cuando precisamente lo que intentais es impactar más en la sociedad con los artículos?”.  A lo que Portela respondía: “Creo que tengo una idea más clara de cómo se me lee con las novelas y con el ensayo que escribí sobre Euskadi, porque también eso generó bastante debate. Y normalmente esos comentarios me llegan directamente por el tipo de actividades en las que tenemos que participar los escritores y las escritoras: <<Bueno es que al final me leí tu libro porque alguien me lo recomendó, o porque lo vi o porque en el club de lectura me lo habían obligado>>. Y de repente descubren algo que por su cuenta no habían visto. Son experiencias de comunicación muy diferentes, de esos ámbitos, como puede ser la radio o la prensa, a el ámbito puramente literario”. 

En definitiva, partíamos del contexto del libro para identificar, exponer y tratar la práctica involuntaria del periodismo en sus procesos narrativos. Y el resultado, es decir el propio diálogo planteado a lo largo de la sesión, arrojó ideas que nos ponen sobre pistas y nos permiten llegar a conclusiones interesantes:

 

> También en los procesos de creación literaria, como en otras expresiones culturales, no somos conscientes completamente de lo que el mundo o entorno nos está transmitiendo; aún así, el conjunto de lo percibido (voluntario e involuntario) es modificado en conjunto para ser contado. 

 

> La “información literaria” se distingue de la periodística, pues se transforma narrativamente para atraer al lector. Esta transformación, al calor de la capacidad de percepción del lector y la emoción que produce en él o ella, da lugar a un siguiente tratamiento por parte del lector en la que el autor ya no tiene el control. Por lo tanto, los textos de una novela influyen, cuentan o informan por encima de su intención literaria. 

 

> El lector se siente con capacidad de difundir y transmitir su experiencia literaria, guiado principalmente por la emoción y admiración (o rechazo) causado involuntariamente. El sentimiento y opinión generados deriva en un sentimiento de responsabilidad, provocando la difusión (con o sin tratamiento) a través de las redes (digitales o analógicas), e influyendo en terceros.   

 

> La experiencia de compartir conocimientos literarios es una fuente de información involuntaria en sí misma. En consecuencia, asistiendo a un mismo hecho o evento (por ejemplo, la presentación de un libro) como autor, agente o público no extraemos la misma información y nos llevan a percibir de forma diferenciada la experiencia narrativa y la información adquirida. 

 

> Un encuentro literario puede adoptar una dimensión periodística tanto por el valor de su información como por el tratamiento adecuado de la información que en él se transmita. 

 

> La opinión generada en el lector es percibido de forma más ajustada a la intención inicial del autor cuando se realiza un tratamiento periodístico en comparación con el novelístico. 

 

> El canal por el que las opiniones o feedbacks llegan en detalle es habitualmente a través de encuentros en los que los escritores y escritoras participan, y donde se da espacio a propiciar este diálogo entre autor y lector. Por lo tanto, el canal adquiere un papel esencial en el retorno de información y la calidad de la misma.

 

Seguiremos reflexionando e investigando sobre todos estas conclusiones. 

Muchas gracias Pita Sopena y José Ovejero por ser cómplices y compartir vuestras experiencias y reflexiones, a Swinton Gallery por acogernos tan bien siempre, a todo el equipo por hacer posible esta andadura y a los maravillosos e inquietos asistentes.

Aquí tenéis el vídeo que resume del capítulo 3 “Travesía del libro”. 

 

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